domingo, 22 de abril de 2012

La libertad no nace, se hace

Libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

Se dice con frecuencia que las personas nacemos libres: es mentira. Las personas nacemos con unas necesidades que evitan que seamos libres: comer, beber o dormir, por ejemplo. Así mismo, con el paso de nuestros días también se hace necesario conservar la salud y, para desarrollarnos y ejercer nuestra libertad, también requerimos de una educación adecuada que nos permita analizar y entender el mundo que nos rodea, comunicarnos con nuestro entorno, así como tener la base intelectual suficiente para elegir libremente y con conocimiento nuestra profesión, o entender los contratos y acuerdos que firmamos así como sus consecuencias porque de otro modo no podremos considerarnos plenamente responsables de nuestros actos. Sólo una vez cubiertas estas necesidades, el ser humano será capaz de ser libre.

Por ello, ningún sistema económico y social que diga defender la libertad puede obviar estas y algunas otras necesidades básicas del ser humano. Al contrario, el único sistema verdaderamente libre será aquel que permita tenerlas cubiertas a todas las personas que viven en él, desde que nacen hasta que mueren. Dicho esto, considero básico e imprescindible en cualquier estado que quiera definirse como libre, la instauración de las medidas públicas necesarias para garantizar los siguientes derechos:
  • Manutención: a través, por ejemplo, de una renta mínima básica y universal.
  • Vivienda: No se trata de garantizar que si tienes dinero puedas comprarla, sino de asegurar que toda persona dispone de los medios adecuados para tener un lugar donde vivir y descansar de manera digna.
  • Salud: El Estado debe garantizar la correcta atención sanitaria de las personas, por lo que debe proveer de un sistema de salud público y gratuito (que incorpore también las medicinas, así como la odontología y oftalmología) que preste atención a todas y todos sus habitantes.
  • Educación: Para que las personas puedan ejercer su libertad siendo verdaderamente responsables de sus actos, sin coacción ni manipulación, deben tener una educación que les de las herramientas necesarias para conocer y analizar su entorno y la sociedad en que viven. Como necesidad básica debe ser gratuita, pero también laica y pública, para evitar que existan en la educación intereses privados ajenos a la propia labor de educar.
  • Trabajo: Es necesario disponer de un sistema de producción democráticamente planificado que permita a todos y todas las ciudadanas disponer de un empleo con las condiciones adecuadas y que permita a los y las trabajadoras emanciparse y ejercer libremente sus derechos y deberes. Porque el trabajo no es un fin en sí mismo, sino el medio que los seres humanos tienen para garantizar su subsistencia, y no existe libertad sin la posibilidad de subsistir.
  • Movilidad: Para ser libres, las personas deben poder también elegir donde quieren estar y hacia donde quieren ir, por lo que se debe garantizar este derecho y luchar contra cualquier tipo de discriminación o violencia, legal o social, hacia las personas migrantes.
Todo esto debe garantizarse si en verdad se desea una sociedad libre. Pero resulta curioso como desde quienes gobiernan el sistema se defiende justamente lo contrario en nombre de la libertad, confundiendo la libertad real con el libertinaje económico. Así, resulta vergonzante ver como esa libertad económica sólo la pueden ejercer unos pocos (porque las demás personas se encuentran ocupadas tratando de subsistir como sea), olvidando aquello de que la libertad de uno termina donde empieza la de los demás.

Y es por todo lo anterior, por lo que considero necesario e imprescindible que los y las trabajadoras nos unamos, organicemos, rebelemos y luchemos con todas nuestras fuerzas por realizar una verdadera revolución ciudadana, que cambie los principios en los que se asienta el sistema actual, que considera la libertad económica y del capital más importante que la libertad real de todas las personas. Cueste lo que cueste, al final, venceremos y seremos libres.

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