miércoles, 10 de febrero de 2010

Feudalismo del Siglo XXI

¿En qué se diferencia el sistema en el que vivimos actualmente del sistema feudal de la Edad Media? Piensen un poco.

En el feudalismo existía un señor o noble, que era quien poseía o mandaba militarmente sobre las tierras que componían su feudo. Entonces, el señor feudal cedía el derecho sobre las tierras a otras personas llamadas vasallos, que eran quienes las trabajaban, para que pudieran cultivarlas y subsistir, y a cambio de esto, dichos vasallos debían pagar un diezmo a la iglesia y una renta o impuesto al noble. Y esto era así porque los nobles tenían el poder militar, que era lo que importaba, y a cambio del vasallaje ofrecían a sus súbditos cierta protección por parte de dicho poder militar. Así las cosas, el noble era quien tenía el poder, hacía las normas a su conveniencia, vivía muy por encima de las posibilidades del vasallo sin trabajar y tenía derecho a exigir el impuesto tanto si la época era de bonanza para el campesino como si la época era de escasez, y estos obedecían porque si a su señor le iba mal, dejaría de darles protección y les quitaría las tierras.

¿Qué ocurre ahora?

Actualmente existe un empresario o socio capitalista, que es quien manda en una empresa y decide sobre ella porque es de su propiedad. Entonces, el empresario concede los puestos de trabajo a otras personas, que son los que realizan la mayor parte de las tareas que hay que realizar en la empresa para así llevarse un sueldo a fin de mes, y a cambio el empresario recoge a final de año todo lo que la empresa ha dado de beneficios. Y esto es así porque el socio capitalista es el poseedor del dinero y hoy en día esto parece ser lo único que importa. Así las cosas, el empresario es quien tiene el poder, quien presiona a los gobiernos para que cambien las normas a lo que más le interesa (despido libre, recorte de derechos sociales, privatización de servicios públicos...), vive muy por encima de las posibilidades de los empleados sin tener que trabajar y tiene derecho a exigir beneficios tanto en época de expansión económica como en épocas de recesión, por lo que reduce los sueldos de los trabajadores y empeora las condiciones laborales si es necesario para obtener rendimientos, y esto es así porque si el señor empresario no obtiene beneficios, amenaza con despidos masivos de empleados que han desempeñado correctamente su trabajo.

Pues qué queréis que os diga, pero a mi este neoliberalismo se me parece cada vez más a un nuevo sistema feudal, en el que a los ejércitos les sustituye el capital, es decir, el mismo perro con distinto vozal.

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